Un parque para la ciudadanía: Park Güell
A medio camino entre los términos de Horta y Gràcia, en una pequeña alineación montañosa al norte de Barcelona, el arquitecto modernista Antoni Gaudí imaginó una urbanización residencial idílica. Un excepcional terreno elevado con vistas al mar y a la ciudad para la construcción de 60 viviendas. La ciudad jardín discurriría entre senderos, junto a plantas autóctonas, algarrobos y olivos, que se encontraban en una amplia plaza con un característico banco de 110 metros de largo recubierto con pequeñas piezas cerámicas de colores.
La ciudad jardín que Gaudí concibió para el empresario Eusebi Güell resultó ser comercialmente inviable. Sin embargo, antes de abandonar las obras, en el año 1914, ya se habían acabado de construir los dos pabellones de entrada, la escalinata principal del Drac, el refugio para los carruajes, el sistema de conducción de aguas y la plaza central que Gaudí había planificado para el complejo. Desde entonces, el Park Güell pasaría, así, a convertirse en la zona verde más singular de Barcelona.
En busca de un crecimiento sostenible
Declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, el Park Güell inició un proceso de regulación en el año 2013 cuando se creó el acceso de pago en la zona monumental para proteger los espacios más sensibles de la masificación turística. Esta medida ha disminuido el número de visitantes anuales en 6,1 millones, una situación que el departamento de comunicación del parque valora como positiva porque “se ha reducido la masificación en horas punta, ha favorecido la conservación del recinto y ha apostado por una mejor experiencia de visita, tanto para el público extranjero como para los vecinos y usuarios habituales”.
Por encargo del Ayuntamiento de Barcelona, OIC Penta contribuye a conservar el patrimonio arquitectónico, favorecer el buen estado del complejo y mantener el entorno de este parque de 19 hectáreas, el segundo punto turístico más visitado de la ciudad de Barcelona.
Un nuevo planteamiento
Con la idea de alcanzar un crecimiento sostenible, minimizar los efectos del turismo de masas y volver a integrarlo en la vida cotidiana de los vecinos, el Ayuntamiento de Barcelona trabaja en una propuesta estratégica que le permitirá reinvertir los casi 25 millones de euros que el parque espera generar entre los años 2017 y 2022.
Según se detalla en la propuesta, se han observado cambios que inciden en la vida directa de los barceloneses: “Los vecinos y vecinas saben cómo convivir con el turismo de masas; cuáles son las zonas de paso más tranquilas, dónde pueden encontrar un punto silencioso, por dónde pueden cruzarlo sin toparse con los grupos de visitantes, etc., pero buena parte también ha dejado de sentirlo como un elemento capital de la vida del barrio. Ya no se programan tantas actividades, y se han reducido los actos, a pesar de que es el parque que abre más horas de la ciudad”.
Entre las 178 propuestas para revitalizar el área, favorecer los entornos verdes y generar una cohesión social en torno al parque se propone disminuir la explotación comercial de su imagen, crear nuevos espacios infantiles, construir el Centro de Interpretación del Park Güell y diseñar recorridos culturales temáticos, entre otras. Además, se plantean nuevas tareas de mantenimiento como la estabilización de los caminos erosionados, la mejora del sistema de riego, la manutención de las zonas verdes y la creación de nuevos espacios ajardinados que seguirán acercando el Park Güell a la vida de los ciudadanos.
